Primera práctica: Marina Abramovic

Marina Abramović nació en Belgrado (Serbia), antigua Yugoslavia, el 30 de noviembre de 1946. Criada principalmente por su abuela ortodoxa, donde la religión y la revolución impactaron profundamente en su vida temprana y continúan aún hoy impregnando su práctica artística. Estudió en la Academia de Bellas Artes de Belgrado entre 1965 y 1970. Completó sus estudios de posgrado en la Academia de Bellas Artes de Zagreb, Croacia en 1972. Entre 1973 y 1975 enseñó en la Academia de Bellas Artes de Novi Sad, mientras preparaba su primera performance solista.

Abramović es una de las figuras más fascinantes y magnéticas de nuestro tiempo, cuya trayectoria artística está vinculada a la propia historia del arte de la performance. Fue pionera de este arte desde los años setenta, ganando el premio León de Oro en la Bienal de Venecia de 1997. Con este tipo de arte ha logrado ir más allá de sus límites físicos y psicológicos, poniendo en peligro su seguridad personal, rompiendo marcos y convenciones y poniendo el arte en contacto con la experiencia física y emocional total.Las obras de Abramović buscan el núcleo de conceptos como la pérdida, la memoria, el ser, el dolor, la resistencia y la confianza.

Marina Abramovic nació justo después de que concluyese el conflicto bélico que conocemos como Segunda Guerra Mundial y debido a ello podemos decir que creció en un contexto aún conservador pero en el que poco a poco se iban notando los cambios. Tras el fin de la guerra, el rol de la mujer comenzó a evolucionar notablemente ya que su papel se limitaba a ser esposa, madre y ama de casa. Este fue un tema que con el paso de los años fue adquiriendo relevancia y ha logrado posicionar a la figura femenina en un lugar donde se reconocen sus logros y se valora su esfuerzo. Gracias a ello hoy día conocemos nombres como el de esta gran artista por lo que es necesario destacar este cambio sociocultural que comenzó en aquellos años y por el que se sigue luchando constantemente.

Desde su nacimiento, Marina Abramovic creció en una República Federativa Socialista donde los conflictos entre las diferentes posiciones eran intermitentes, lo que desencadenó una serie de guerras interiores entres los diversos estados durante algunos años. Aún así, Serbia durante este tiempo, experimentó una rápido socialización económica y un importante desarrollo industrial. Por otro lado, la religión seguía tomando un papel fundamental en la sociedad aunque se fue desradicalizando con el paso del tiempo. Por último, cabe destacar que todo el mundo, independientemente de su sexo, tenía la libertad de estudiar y por consecuencia, dedicarse a aquello que le gustase o viese conveniente, razón por la que muchas personas comenzaron a tomarse el arte más en serio y este fue experimentando un gran crecimiento y cambio de perspectiva respecto a su concepción.

Precursora de uno de los movimientos más impactantes que ha tenido el arte en los últimos años, la performance, con la que explora los nuevos conflictos de la actualidad a través de su cuerpo y la expresión y acciones de este, incluso es conocida cómo la Madrina del arte de la performance. En sus performances hay una gran interacción con el público, algo que permite un gran intercambio emocional, consiguiendo crear energía entre la obra y el espectador. Desde sus inicios, su producción se ha mostrado atrevida, provocadora y transgresora. 

Estuvo muy influenciada por su familia, ya que sus padres eran comandantes que lucharon por su país y por tanto en su casa se respiraba ambiente militar, incluso su madre la instruía para que se convirtiese en una futura soldado. Esta relación catastrófica fue tan condicionante para ella, que quedó reflejada en sus obras. Otra gran influencia de Marina fue su novio Ulay, con el que tenía una gran conexión que permitió que ambos realizaran múltiples obras juntos. También recibió influencia de otros artistas que trabajaban la performance como ella, y esos son Bruce Nauman y Joseph Beuys. 

Cómo datos interesantes, su talento hizo que fuese galardonada con múltiples premios, cómo el Bessie, León de Oro, Oso Berlinés, etc. En 2014 fue nombrada cómo la artista más influyente del año, según la revista ArtReview. Incluso ha trabajado con artistas cómo Lady Gaga.

Fue la autora de la "performance", llamada "Rhythm O" duró seis horas. decidió hacer un espectáculo en el que todo lo hiciese el público. El sitio que eligió la artista serbia, entonces de 28 años, fue la galería Studio Morra de Nápoles (Italia). La artista se encontraba de pie, inmóvil. Sobre una mesa había 72 objetos, con los cuales, según reza un cartel, "pueden hacerme lo que quieran".

El afiche decía además: "Soy un objeto. Me hago responsable de todo lo que pueda suceder en este espacio de tiempo. Seis horas. De 20 a 2hs.

Los objetos disponibles sobre la mesa estaban divididos en dos categorías.

• "Objetos de placer" : flores, plumas, perfume, vino, pan, uvas

• "Objetos de destrucción". cuchillo, tijeras, barras de hierro, hojas de afeitar y hasta una pistola con un cartucho. 

Marina Abramovic se entregó como una muñeca con la que podían jugar a su antojo. Y la finalidad era justamente observar cómo reaccionarían esas personas frente a la posibilidad de disponer de un ser humano como de un juguete, sin límites ni responsabilidad.

A medida que pasaban las horas, las cosas empezaban a cambiar: la empujan, la besan, le hacen levantar los brazos y adoptar otras poses, le dan flores.

A partir de la tercera hora, empiezan a utilizar los "objetos de destrucción". Y algunos le agreden sexualmente.

Hubo diferentes reacciones. Mientras un sector del público la agrede, otro la protege. Ya que cuando le apuntan con la pistola, se produce un principio de pelea entre ambos grupos.

Este trabajo revela lo que hay de más horrible en la gente. Esto muestra a qué velocidad puede alguien decidirse a herirte cuando está autorizado. Esto muestra hasta qué punto es fácil deshumanizar a alguien que no se defiende. Esto muestra que la mayor parte de la gente 'normal' puede volverse muy violenta en público si se les da la posibilidad", dice la artista.

Marina junto con “Rhythm 0” creó otras performances similares llamadas “Ritmo 10”, “Ritmo 5”y “Ritmo 2” creadas entre 1973 y 1974. Con estas performances Marina pretendía explorar los límites de su cuerpo al dolor y la resistencia de la audiencia a ver lo que Abramović mostraba.  En estas acciones la artista continuó con la idea común a todos los performances, la de sentir el mundo a través de la experiencia personal del propio cuerpo.

• Ritmo 10- consistía en grabar un ritmo creado por ella con cuchillos y posteriormente escuchar la grabación de los cuchillos atravesando su piel.

• Ritmo 5- Marina prendió con gasoil una estrella y comenzó a arrojar sus pelos y uñas para provocar estallidos. Más tarde se acostó en el interior de la estrella y perdió el conocimiento por inhalación de humo.

• Ritmo 2, esta performance consistía en ingerir una píldora estupefaciente con el fin de probar su estado de inconsciencia.

Otra de las obras más difíciles para Marina junto con ritmo 0, es la performance rest energy, ya que en ambas la artista permanecía vulnerable en todo momento, y la responsabilidad de su vida no estaba en sus manos.

En esta obra, Marina y su pareja sentimental Ulay sostenían un arco con una flecha tensada que apuntaba directamente hacia el corazón de Marina, de esta manera la fuerza de cada uno era indispensable para mantener la tensión y evitar lanzar la flecha. Tenían dos pequeños micrófonos cerca de sus corazones por lo que podían escuchar sus latidos acelerados.  A medida que avanzaba la actuación, los latidos del corazón se volvían cada vez más intensos, y aunque sólo duró cuatro minutos y diez segundos, para Marina fue una eternidad.

¿Dónde están los límites del arte? ¿está todo permitido? Son preguntas que se nos vienen a la mente y nos hacen reflexionar sobre muchos aspectos. ¿Serías capaz de poner en peligro tu integridad física por llevar a cabo una performance?